Sentí la necesidad, las ganas de querer arrancarme la piel, de desnudarme y quizás así regenerarme ante tus ojos para tener la oportunidad de que me volvieras a querer, de que estos ojos nunca los hallas vistos y podríamos un día volvernos a cruzar, de que mi voz nunca la hallas escuchado y quizás algún día mueras por oírme, de que desconozcas mi piel y algún día tengas ganas de sentirme.
Quería volver a nacer si fuera necesario, desaparecerme y volverme una mujer nueva para ti, porque he deseado que volvieras a elegirme, que me atrapes en tus brazos y tomes mi mano sin saber a donde iríamos a parar. Si la guerra volvía quería que a la primera en bombardear fuera a mi misma, dando mi vida por la tuya. Seria una opción para volver desde alguna parte hasta acá solo para atenderte.
Los días que pasaron los fui dejando bajo mis pies, el día era soleado o bien nublado y yo deseaba cruzarte en algún lado o encontrar al amor de mi vida, y sin mas vueltas, te volvía a ver a ti, tu sin prestarme la mas mínima atención. Mientras mas deseaba seguir en tu cama, mas me hacías sombra. Tan rápido fue tu aparto que yo lo hacia lento, recordando cada día de un año, durante otro año más después de que te habías ido. Casi no había rastros tuyos, solo los que me deje conservar, contigo habías arrastrado cada parte de mi y yo estaba deseando volver a juntarlos parte por parte, sanarme y por fin dejar de desear morirme en cuerpo.
Rasguñe paredes con recuerdos con la misma pasión que te guarde, deshice de mi ser, y ate con tripa mi corazón, y así sin más salí a la cancha. No llegue a tiempo y ya nos habíamos ido. Estoy un año mas cerca de morir y ya no es posible. Entendí a aceptarme siguiendo la mancha que dejo.
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